Enclavada en las verdes colinas del Valle di Rostino, esta casa de pueblo del siglo XIX le invita a tomarse un tranquilo descanso. El tiempo parece haberse detenido aquí, así que puede hacer una pausa en la vida cotidiana con sus seres queridos y disfrutar juntos del idílico entorno natural. Transforme los ingredientes frescos del mercado en deliciosos platos en la práctica cocina y relájese tras una larga excursión con una tarde de juegos o una acogedora sesión de lectura.
Sirve el desayuno en el balcón y toma el sol en la tumbona mientras los niños juegan en el romántico jardín vallado. Encienda la barbacoa y disfrute de la tranquilidad en las acogedoras noches de verano.
Visite las ruinas del castillo de Pinzu y la iglesia de Santa María de Rescamone, recorra el río Asco con sus zonas de baño naturales o tome el sol en las playas de Lozari y Marana. Pruebe el queso corso en los coloridos mercados y deléitese con una deliciosa lasaña en un acogedor restaurante.