En esta acogedora casa de la costa norte de Zelanda podrá pasar unas maravillosas vacaciones y recargar las pilas. La luz del día entra a raudales por los grandes ventanales y, junto con el cálido aspecto de madera, crea un ambiente acogedor, redondeado con brillantes salpicaduras de color. Relájese leyendo o escuchando música y disfrute de opíparas comidas con sus seres queridos.
Salga a la terraza por la mañana con una buena taza de café y disfrute del aire fresco que sopla desde el mar. Relájate en las tumbonas con una buena conversación o simplemente escucha la naturaleza. Por la noche, encienda la barbacoa y reflexione sobre las experiencias del día.
Dé un tranquilo paseo hasta la playa y pase unas agradables horas nadando o caminando. El suave paisaje invita a pedalear por pequeños pueblos y amplios campos, donde siempre encontrará bonitos cafés y tiendas de productos agrícolas. Si tiene ganas de cultura, puede llegar rápidamente a la encantadora Gilleleje, con su puerto, pequeñas boutiques y restaurantes de pescado. También puede hacer una excursión al famoso castillo de Kronborg, en Helsingør, o al impresionante Munkeruphus.