El alojamiento, amueblado con esmero, combina a la perfección el encanto de tiempos pasados con el confort moderno. La acogedora sala de estar con su cómodo sofá le ofrece un encantador refugio después de un día lleno de acontecimientos. Aquí podrá desconectar, ya sea leyendo un libro apasionante, viendo una película o simplemente disfrutando de la paz y la tranquilidad. La cocina, bien equipada, le permitirá preparar deliciosos platos que podrá degustar en el luminoso comedor con vistas a los alrededores.
Aproveche la céntrica ubicación de su apartamento de vacaciones para explorar el casco antiguo. Pasee por las románticas calles adoquinadas, admire las magníficas casas con entramado de madera y sumérjase en la rica historia de la ciudad. Visite el impresionante castillo de Quedlinburg, que se alza majestuoso sobre la ciudad, y déjese hechizar por la colegiata y sus tesoros culturales.
Los alrededores ofrecen numerosas oportunidades para los amantes de la naturaleza. Practique senderismo por los idílicos bosques del Harz, maravíllese ante el legendario Muro del Diablo o suba al Brocken, la montaña más alta del Harz, para disfrutar de unas vistas espectaculares.
Por la noche, puede relajarse en la sauna comunitaria y disfrutar del acogedor calor que rejuvenece cuerpo y alma.