Relájese en esta casa tradicional de piedra con vistas panorámicas y piscina privada.
Esta espaciosa casa de vacaciones tradicional está situada en una colina excepcional en la Drôme y ofrece una piscina privada y unas impresionantes vistas panorámicas sobre el tranquilo campo. El alojamiento está construido alrededor de un patio con un majestuoso castaño y es ideal para familias o grupos de amigos que aprecian un montón de espacio y privacidad. Disfrute de la amplia cocina, el comedor y el acogedor salón de la casa principal y siéntase como en casa.
En el exterior, la piscina y la espaciosa terraza invitan a relajarse mientras se disfruta del bello entorno natural. Los vecinos más cercanos se encuentran a varios cientos de metros, por lo que la tranquilidad absoluta está garantizada.
El alojamiento está a un corto trayecto en coche del histórico pueblo de Marsanne, que atrae a los visitantes con sus antiguas callejuelas y animados restaurantes. En la región también podrá descubrir suaves valles con extensos campos de lavanda, así como majestuosas montañas, densos bosques y tesoros culturales. Explore las pintorescas localidades de Montélimar, conocida por su delicioso turrón, Grignan, cuna de Madame de Sévigné, o Dieulefit, paraíso para los amantes de la cerámica. La región también es conocida por sus excelentes viñedos, que ofrecen catas de vino y visitas guiadas. Podrá comprar fruta y verdura fresca directamente a los agricultores.
Esta espaciosa casa de vacaciones tradicional está situada en una colina excepcional en la Drôme y ofrece una piscina privada y unas impresionantes vistas panorámicas sobre el tranquilo campo. El alojamiento está construido alrededor de un patio con un majestuoso castaño y es ideal para familias o grupos de amigos que aprecian un montón de espacio y privacidad. Disfrute de la amplia cocina, el comedor y el acogedor salón de la casa principal y siéntase como en casa.
En el exterior, la piscina y la espaciosa terraza invitan a relajarse mientras se disfruta del bello entorno natural. Los vecinos más cercanos se encuentran a varios cientos de metros, por lo que la tranquilidad absoluta está garantizada.
El alojamiento está a un corto trayecto en coche del histórico pueblo de Marsanne, que atrae a los visitantes con sus antiguas callejuelas y animados restaurantes. En la región también podrá descubrir suaves valles con extensos campos de lavanda, así como majestuosas montañas, densos bosques y tesoros culturales. Explore las pintorescas localidades de Montélimar, conocida por su delicioso turrón, Grignan, cuna de Madame de Sévigné, o Dieulefit, paraíso para los amantes de la cerámica. La región también es conocida por sus excelentes viñedos, que ofrecen catas de vino y visitas guiadas. Podrá comprar fruta y verdura fresca directamente a los agricultores.
