La casa ha sido restaurada, conservando su alma antigua y añadiendo una ducha moderna. Una antigua escalera está entronizada en el acogedor salón amueblado. Aquí le esperan unas agradables vacaciones para dos con su amigo de cuatro patas, con comidas compartidas o conversaciones apasionantes. Además, este domicilio goza de una ubicación ideal, por lo que será el punto de partida de sus visitas a esta hermosa región.
Se encuentra entre dos playas familiares, una de las cuales está a menos de tres minutos y ofrece varios deportes acuáticos. A pocos kilómetros se encuentra el embarcadero de la isla de Bréhat. Tras una travesía de 10 minutos, se encontrará en la Isla de las Flores, donde es estupendo pasear por esta isla sin coches. Paimpol, a sólo unos kilómetros, cuenta con un puerto en el centro de la ciudad, repleto de restaurantes y galerías de arte. Entre los lugares de interés destacan la abadía de Beauport, el Moulin de Craca, el templo de Lanleff y la capilla de Kermaria.