Su casa de vacaciones se inspira en la arquitectura tradicional de la zona y va un paso más allá utilizando materiales locales para integrarse a la perfección en el entorno natural. Si tiene debilidad por las paredes históricas, esta casa con sus techos bajos de madera y sus rústicos muros de piedra le inspirará desde el primer momento. La casa de campo se utilizaba originalmente para almacenar queso y mantequilla, razón por la cual hay un manantial natural en el cuarto de baño. El agua es pura y excelente para beber. La mayoría de los muebles y textiles son antiguos y están hechos de materiales naturales. Incluso se han conservado la llave y la cerradura originales.
La casa de vacaciones está situada en una amplia parcela natural. Aquí podrá disfrutar del sol y de las maravillosas vistas al campo.
El pequeño valle ha permanecido casi inalterado desde finales del siglo XVIII. Por ello, es posible que se cruce con animales salvajes. Tómese su tiempo para conocer mejor la zona durante sus vacaciones. Por ejemplo, visite Pella, un encantador pueblo a orillas del lago de Orta con algunos bellos edificios históricos y buenos miradores.