Comience el día con una fresca brisa marina y una taza de café en su balcón. Este práctico estudio le ofrece la base perfecta para sus vacaciones en la isla. La inteligente distribución de las habitaciones crea un ambiente acogedor en el que se sentirá como en casa. Una cocina pequeña y bien equipada le permite preparar comidas, mientras que la luminosa zona de estar le invita a relajarse después de un día lleno de acontecimientos. Ya sea por la mañana al amanecer o por la tarde con vistas al mar, aquí podrá disfrutar plenamente de Heligoland.
Explore el mundo insular único de Heligoland con sus rocas rojas, la famosa Lange Anna y los bancos de focas en la duna. Pasee por el sendero al borde del acantilado y disfrute de unas vistas espectaculares del Mar del Norte. El centro, con sus coloridas cabañas de langosta, invita a pasear y darse un festín de marisco fresco y especialidades regionales. Haga una excursión en barco o descubra la historia de la isla en el museo. Gracias al entorno sin coches, experimentará una tranquilidad pura, perfecta para desconectar y disfrutar del ambiente marítimo.


















