Enclavada en el campo, en las alturas del pintoresco pueblo medieval de Vinezac, esta encantadora casa tradicional de piedra ofrece un refugio auténtico e idílico. Acoge a sus huéspedes con encanto rústico y es el lugar ideal para relajarse y disfrutar del tiempo juntos. Comience el día desayunando juntos en la cocina.
Le apetecerá pasar agradables horas al aire libre, disfrutando del sol en las terrazas, sirviéndose sabrosos manjares de la barbacoa y dándose un refrescante chapuzón en la piscina.
Explore activamente los fascinantes alrededores: camine entre viñedos, olivares y campos de lavanda o recorra en bicicleta los idílicos valles fluviales. Refrésquese en las cristalinas aguas del cercano río Ardèche y disfrute de espectaculares paseos en canoa por impresionantes formaciones rocosas.