Sumérjase en la atmósfera de tiempos pasados y disfrute de un descanso inolvidable en esta casa del siglo XVII restaurada con esmero. Las vigas vistas, las paredes de piedra natural y los muebles antiguos crean un ambiente cálido y acogedor. Prepare deliciosas comidas en la encantadora cocina y disfrútelas en la rústica mesa de madera. Disfrute de acogedoras horas de lectura o de alegres tardes de juego.
La terraza cubierta le ofrece la oportunidad de disfrutar del ambiente rústico en las noches cálidas con vino y a la luz de las velas. También podrá utilizar libremente la piscina comunitaria del hotel, situada a 50 metros.
Explore el pueblo medieval de Condat-sur-Vézère dando un paseo. Visite las pinturas rupestres de las prehistóricas Grutas de Lascaux y el impresionante Castillo de Hautefort. Pasee por el encantador pueblecito de Montignac, dé un paseo en canoa por el Vézère o descubra los famosos jardines de Eyrignac.