En el este rural de Mallorca, esta villa es un hogar maravillosamente cómodo en medio de un oasis verde para un máximo de seis personas. La espaciosa propiedad alberga impresionantes palmeras, así como nudosos olivos y altos cipreses - una variedad que realmente refleja la maravillosa naturaleza de la isla. Esta casa de nueva construcción, de aspecto rústico y con un mobiliario totalmente moderno, ofrece muchos asientos y es el lugar perfecto para relajarse, comer y socializar. La piscina azul turquesa que brilla a la luz del sol es realmente tentadora y le invita a relajarse justo delante de la puerta. Si quiere estar activo, puede nadar o simplemente tumbarse en una tumbona y perderse en sus pensamientos. Los niños también estarán encantados: El jardín, diseñado con mucho cariño, ofrece mucho espacio para jugar, así como un columpio.
En los meses de verano, como en cualquier otro lugar de la isla, la vida se desarrolla principalmente en el exterior, pero Can Payes también es absolutamente impresionante desde el interior. La pieza central del salón-comedor, agradablemente luminoso y abierto gracias a los grandes ventanales, es la chimenea, en la que el fuego crepita en las noches frescas y difunde un calor acogedor. Varios cómodos muebles tapizados esperan a los veraneantes que necesitan relajarse para disfrutar de un merecido descanso. Elementos naturales como la madera y la piedra natural se encuentran por toda la casa e irradian un ambiente cálido y natural. La cocina bien equipada no deja nada que desear: todo lo que necesita para preparar deliciosos manjares mediterráneos está a su disposición, ¡sólo tiene que hacer la compra y ponerse manos a la obra! En la planta baja también se encuentra uno de los tres amplios dormitorios dobles, en este caso con baño propio. En la planta superior, accesible a través de la escalera curva, se encuentran otros dos dormitorios y un moderno cuarto de baño, uno con acceso directo a una terraza y otro con una pequeña sala de estar contigua que incluye un sofá cama y acceso a un balcón. La bonita villa de piedra natural Can Payes está situada en una zona tranquila, a sólo 2,7 km del pequeño pueblo de Son Servera, en el este de Mallorca. La casa está rodeada de un verde jardín paradisíaco, idílicamente situado en medio de un paisaje imperdible. La vista del mar resplandeciente, especialmente al amanecer, le dejará sin aliento; podrá disfrutarla desde las terrazas de la primera planta. El supermercado más cercano está a sólo 3,9 km, mientras que el popular pueblo de artistas de Artà está a 8,7 km por carretera y las playas más cercanas, como Sa Marjal y Cala Bona, están a sólo unos 7 km en coche.
Se trata de una casa de vacaciones en Fincallorca.
En los meses de verano, como en cualquier otro lugar de la isla, la vida se desarrolla principalmente en el exterior, pero Can Payes también es absolutamente impresionante desde el interior. La pieza central del salón-comedor, agradablemente luminoso y abierto gracias a los grandes ventanales, es la chimenea, en la que el fuego crepita en las noches frescas y difunde un calor acogedor. Varios cómodos muebles tapizados esperan a los veraneantes que necesitan relajarse para disfrutar de un merecido descanso. Elementos naturales como la madera y la piedra natural se encuentran por toda la casa e irradian un ambiente cálido y natural. La cocina bien equipada no deja nada que desear: todo lo que necesita para preparar deliciosos manjares mediterráneos está a su disposición, ¡sólo tiene que hacer la compra y ponerse manos a la obra! En la planta baja también se encuentra uno de los tres amplios dormitorios dobles, en este caso con baño propio. En la planta superior, accesible a través de la escalera curva, se encuentran otros dos dormitorios y un moderno cuarto de baño, uno con acceso directo a una terraza y otro con una pequeña sala de estar contigua que incluye un sofá cama y acceso a un balcón. La bonita villa de piedra natural Can Payes está situada en una zona tranquila, a sólo 2,7 km del pequeño pueblo de Son Servera, en el este de Mallorca. La casa está rodeada de un verde jardín paradisíaco, idílicamente situado en medio de un paisaje imperdible. La vista del mar resplandeciente, especialmente al amanecer, le dejará sin aliento; podrá disfrutarla desde las terrazas de la primera planta. El supermercado más cercano está a sólo 3,9 km, mientras que el popular pueblo de artistas de Artà está a 8,7 km por carretera y las playas más cercanas, como Sa Marjal y Cala Bona, están a sólo unos 7 km en coche.
Se trata de una casa de vacaciones en Fincallorca.
