En esta encantadora finca mallorquina, no lejos de hermosas playas de arena, podrá disfrutar tanto del encanto rústico como de las comodidades modernas que harán de su estancia con amigos o familiares una experiencia relajante y confortable. El espacioso interior, amueblado de forma tradicional, ofrece mucho espacio para cocinar, cenar y relajarse en grupos grandes. Disfrute de las comidas en la larga mesa de comedor y relájese con una película en el acogedor sofá después de un largo día.
Podrá disfrutar plenamente del ambiente mediterráneo en la propiedad, adornada con palmeras y olivos. Dese un tranquilo chapuzón matinal en la hermosa piscina mientras otros preparan un delicioso desayuno a la sombra. Sus hijos se divertirán en la mesa de ping-pong y en los columpios, mientras usted recarga las pilas en las cómodas tumbonas o disfruta de una refrescante bebida en el acogedor salón. Encienda la barbacoa y disfrute de las noches de verano bajo las estrellas.
A pocos kilómetros, largas playas de arena invitan a bañarse en sus aguas turquesas. Experimente la serenidad mediterránea con una copa de vino en Campos, visite el colorido mercado semanal de la encantadora localidad de Santanyí y aproveche para explorar otras encantadoras bahías dando un paseo por la reserva natural de Mondragó. Visite el histórico monasterio de Randa, realice una excursión en barco desde la Colonia de Sant Jordi o pasee por el impresionante casco antiguo con su imponente catedral en la capital de la isla, Palma.