Disfrute de esta casa de vacaciones única con piscina y vistas panorámicas al mar.
Esta casa de vacaciones es la elección ideal para los huéspedes que deseen combinar comodidad, cultura y belleza natural. En lo alto del monte Kozjak y por encima de la histórica fortaleza de Klis, le espera esta excepcional casa de vacaciones con impresionantes vistas del mar Adriático y las islas circundantes. La propiedad consta de dos unidades residenciales independientes conectadas por un amplio jardín, varias terrazas y un mirador.
En el exterior, podrá relajarse, jugar y disfrutar de la piscina privada, el parque infantil, la pista de bochas y una colección de esculturas únicas de la colección de arte privada del propietario. La propiedad está rodeada de naturaleza virgen y ofrece total tranquilidad y privacidad, ideal para un descanso relajante.
Descubra los lugares de interés cultural de los alrededores, como la fortaleza de Klis, las antiguas ruinas de Salona en Solin o el Palacio de Diocleciano, protegido por la UNESCO, en el corazón de Split. El propietario vive en la propiedad en una zona separada con su propia entrada, lo que garantiza su total privacidad, pero estará encantado de ayudarle si lo necesita.
Esta casa de vacaciones es la elección ideal para los huéspedes que deseen combinar comodidad, cultura y belleza natural. En lo alto del monte Kozjak y por encima de la histórica fortaleza de Klis, le espera esta excepcional casa de vacaciones con impresionantes vistas del mar Adriático y las islas circundantes. La propiedad consta de dos unidades residenciales independientes conectadas por un amplio jardín, varias terrazas y un mirador.
En el exterior, podrá relajarse, jugar y disfrutar de la piscina privada, el parque infantil, la pista de bochas y una colección de esculturas únicas de la colección de arte privada del propietario. La propiedad está rodeada de naturaleza virgen y ofrece total tranquilidad y privacidad, ideal para un descanso relajante.
Descubra los lugares de interés cultural de los alrededores, como la fortaleza de Klis, las antiguas ruinas de Salona en Solin o el Palacio de Diocleciano, protegido por la UNESCO, en el corazón de Split. El propietario vive en la propiedad en una zona separada con su propia entrada, lo que garantiza su total privacidad, pero estará encantado de ayudarle si lo necesita.
